MASSEROF-LES PLANISSES

En esta ruta se recorre una zona situada entre la Serra del Ferrer y la Lloma Llarga de Bèrnia, donde destaca la combinación entre profundos barrancos con grandes planicies, algunas aún cultivadas en los valles. Además de laderas abancaladas con infinidad de muros de piedra en lo que debió ser una zona agrícola de una gran dureza en el trabajo.

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Mapa ruta nº 192 Masserof-Les Planisses

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Descripción de la ruta

Se entra a la izquierda, desde la carretera que sale de Xaló hacia la Partida Rural de El Masserof, por un camino de tierra hasta unos bancales de olivos donde se puede dejar el coche, junto al Barranc del Masserof.
Se inicia la ruta siguiendo el mismo camino de tierra, que en ese momento vadea el barranco y lo sigue por la derecha.

Más adelante lo cruza al convertirse en un sendero. Poco después vuelve a pasar de ladera, para adentrarse en un paraje con bastante vegetación y espectaculares acantilados, llamado Cova Negra.

Nuevamente se desciende al cauce del barranco, frente a la pequeña planicie formada por los sedimentos arrastrados y frenados por la pared de una gran presa de contención.

A los pocos metros se deja el sendero que sigue al frente y se continúa la ruta por el cauce del barranco que llega por la izquierda.

En un principio el barranco es estrecho y con mucha vegetación a ambos lados, aunque el lecho está bastante despejado y se puede circular sin problemas.
Como está bastante transitado, en algunos puntos en los que la vegetación dificulta mucho el paso, existen senderos evidentes que lo abandonan por los laterales el tramo necesario para evitarlo y luego regresan al cauce.

Un poco antes de llegar a la unión del Barranquet del Repelat con el Barranc del Baró, aparece otra senda a la izquierda, marcada con un hito de piedras. Se abandona definitivamente el barranco para continuar por senderos.

La senda discurre entre laderas cubiertas de estrechos bancales escalonados con muros de piedras, en dirección a una vivienda que hay en la loma de enfrente, pero dirigiéndose primero por la base hacia la derecha.

Se pasa frente a otras ruinas y se sigue por un bancal.

Hay que ir atento a la izquierda para localizar el punto, marcado con otro hito de piedras, en el que se inicia el ascenso hacia la cumbre.

El trazado no está muy claro, al menos en el último tramo, pero no hay problema, ya que el objetivo es evidente.
Hay un par de pequeñas viviendas abandonadas, con algún intento de restauración, al igual que un aseo también a medio construir.

Se prosigue descendiendo por el camino de acceso y se gira a la izquierda en cuanto aparece el camino de entrada a otra finca.

En este lugar, el cauce del Barranc del Baró ha sido abancalado y aprovechado.

Se pasa frente a un pozo, en este momento seco y tras él, una cabaña con un establo adosado.

Se sube para seguir, frente al gran caserón que hay en ruinas, un poco más arriba.

Un nuevo pozo seco y al fondo, conformando el Barranc del Baró, otra de las innumerables laderas tapizadas de estrechos bancales escalonados, en esta ocasión, sobre la Serra de la Venta.

Al terminar los bancales, el barranco se encajona entre dos paredes verticales, en un estrechamiento llamado Fondo del Baró, formando lo que parece un enorme canal.

Pero esto no dura mucho, ya que pronto, el cauce vuelve a estar cubierto de bancales escalonados. Uniéndose los muros de piedra del fondo, con los que bajan de las laderas.

El sendero sigue sin opción a perdida, hasta llegar a una bifurcación que hace dudar. No hay problema, ambas pasan frente a sendas cabañas en ruinas, para posteriormente unirse. En esta ocasión, se ha seguido por la opción de la izquierda.

El sendero sigue ascendiendo suavemente, hasta llegar a la parte superior de una extensa meseta que ronda una altura media de unos 560 metros de altitud y cuyo nombre es Les Planisses.
En este punto se une a otra senda más transitada que recorre esta zona y por la que se prosigue hacia la izquierda.

Al frente aparece a la vista la Serra d’Oltà y más atrás, a su lado, el Peñón de Ifach.

Los varios desdoblamientos que se vayan encontrando, se solventarán eligiendo la opción de la izquierda, como se ve en el mapa.

Se pasa junto a las ruinas de lo que debieron ser importantes caseríos, a juzgar por la cantidad de departamentos en los que estaba dividido, además de por su tamaño.

Vista hacia atrás sobre la imponente crestería de la Serra de Bèrnia.

Después de un par de kilómetros sobre Les Planisses, el sendero desemboca en un camino de tierra.

Una vez en él, se inicia el descenso hacia la derecha.

Este camino de tierra llega hasta el camino asfaltado, que se recorre en dirección contraria en la ruta nº 191 y que ahora se toma hacia la izquierda.
Antes de entrar a la zona abancalada, que es la cabecera del Barranc del Cau y donde se encuentra la Font del Cau, hay que abandonar el camino asfaltado para adentrarse por una pista forestal a la izquierda que desciende hasta unos bancales.

Al final de los bancales se inicia el recorrido por una espectacular senda.

En realidad el trazado se esta senda corresponde a la instalación de una tubería de presión para llevar el agua de la Font del Cau hasta la zona de La Cuta. Por ello, durante su recorrido se pasa junto a varias casetas, destinadas a controlar el caudal de agua por la infraestructura hidráulica.

La senda empieza a descender hacia la segunda caseta.

Tras ella, el Barranc del Cau gira hacia el Norte, encerrado entre unas espectaculares laderas rocosas.
Mientras la senda sigue un trazado muy estable.

Frente a la tercera caseta hay unos escalones, ya que se inicia un descenso algo pronunciado.

Se llega a una cuarta caseta, construida al igual que las demás, con un modelo prácticamente idéntico a las casetas que se ven en la ruta nº 156, en una infraestructura análoga, que baja el agua de la Font Noguer hasta la población de Famorca.
Como se ve el sistema es muy simple, ya que la caseta forma una pileta donde se deposita el agua que baja por una tubería y al llegar al nivel necesario, sale por la boca de otra tubería situada al otro lado, por donde sigue descendiendo.

Desde esta cuarta caseta, se inicia un descenso vertical hasta el lecho del barranco.

Una vez en el fondo, se transita durante un tramo cerca de él.

Más adelante se pasa junto a la quinta caseta, al circular la senda sobre la ladera de la izquierda.
En otro momento, el sendero cruza perpendicularmente el cauce, dejando otra vez al descubierto un trozo de tubería.

Se vuelve a cruzar definitivamente a la ladera izquierda y se pasa sobre la sexta caseta.

Finalmente se llega a una bifurcación, en la que se sigue la opción de la izquierda, para alejarse finalmente del lecho del Barranc del Cau.

La senda empieza a subir rodeada del bosque que cubre la parte baja de esta ladera.

Empieza a despejarse el terreno y se pasa junto a una cabaña de piedra en buenas condiciones.

Esta senda enlaza con otra y se prosigue hacia la izquierda.
Ya se ven en lo alto los acantilados que coronan El Penyot, el próximo objetivo.

La senda sube zigzagueando entre la infinidad de bancales que cubren esta ladera.

Se llega al Alt de l’Ample y se sube al collado que forman sus dos cimas gemelas.
Se sigue la senda, que sube hacia la derecha hasta los acantilados El Penyot. Una vez en ellos, se recorre su base hacia la izquierda hasta llegar a una brecha, que permite subir hasta la cima, tras una pequeña trepada.

Hasta en la cima (603 m.) hay piedras apiladas en forma de pequeños muros.

Imagen hacia el Sur, viendo en primer plano la otra cima (599 m.) de este Alt de l’Ample y al fondo, la Serra de Bèrnia.

Se baja por el mismo sitio y se continúa por el sendero que se abandonó.
Como se ve en el mapa, el sendero rodea la cumbre, siguiendo uno de los bancales y pasa sobre otra de las innumerables cabañas vistas durante la ruta.
Pero esta es especial, ya que a pesar que tiene apuntalado el dintel de la puerta de entrada, el techo de la cabaña se encuentra en buenas condiciones, y con el valor de estar montado con el método tradicional de este tipo de antiguas construcciones. Es decir, vigas de maderas sobre las que se extiende un entramado de cañizo. Luego normalmente se echaba una pequeña capa de argamasa y sobre ella se colocaban correlativamente del derecho y del revés las filas de tejas curvadas.
A pesar de la modestia de esta cabaña, también posee un pequeño pozo frente a la puerta, pero al no tener brocal, por seguridad está cubierto de troncos.

Se sigue el sendero y se vuelve a entrar nuevamente en Les Planisses, pero ahora en su extremo norte.
Como se ve, apenas hay arbolado en esta amplia extensión de terreno, cubierta, eso sí, totalmente por monte-bajo, pero de pequeño porte debido al rigor constante de los rayos del Sol.

Una nueva cabaña en ruinas con su inseparable pozo.

Cuando se alcanza una nueva senda, se gira a la derecha para iniciar el definitivo descenso hasta el punto de partida.

El descenso por esta ladera permite ver una de las pocas zonas boscosas que quedan en esta zona, flanqueando el Barranc del Masserof y al fondo la Serra del Ferrer.

Como se ha dicho, esta ladera también está cubierta de pinar y al ser de umbría, la vegetación es muy abundante.

Finalmente el sendero llega a la parte alta de los bancales y enlaza con el camino de acceso a ellos. Siguiéndolo se llega al punto de partida y al coche.










Ruta de 16,00 Km realizada en 300' el 02/02/2015