RÍO NACIMIENTO-RÍO SECO

El Río Nacimiento y el Río Seco son las dos ramblas naturales por las que se evacuan al mar, el agua no absorbida por el terreno durante las pocas precipitaciones torrenciales que caen sobre el Parque Natural de la Sierra de Escalona–Dehesa de Campoamor.

Este gran espacio de cerca de 5.000 hectáreas, situado al Sur de la provincia de Alicante, en la comarca de la Vega Baja del Segura, es una combinación de extensas zonas de pinar y matorral, con vegetación de río en las ramblas húmedas y también grandes zonas de cultivo, tanto de secano como de regadío.

Pero el principal motivo de la declaración de Parque Natural, es proteger la zona de la fuerte presión urbanística y agrícola que soporta, ya que su principal riqueza es su fauna, en especial la Sierra de Escalona. Al albergar unas poblaciones muy importantes, tanto de aves rapaces, como de mamíferos carnívoros, como el gato montés, la gineta, el tejón, el zorro, etc.

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Mapa ruta nº 176 Río Nacimiento-Río Seco

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Descripción de la ruta

Al final del gran aparcamiento situado en la Urb. Río Mar, aparece un acceso peatonal a la playa, compuesto por una rampa y una escalera, por la cual se inicia esta ruta.

Se pasa junto a un chiringuito y se llega, sobre una pasarela de madera, a la arena de la Playa del Río Seco-Mil Palmeras.

Se inicia el paseo por la orilla, como es evidente dirección Norte, y al momento se cruza sobre la desembocadura del Río Seco.

Se pasa frente a la Urb. Mil Palmeras y al final de su playa, hay que subir a la parte superior de los pequeños acantilados, ya que la orilla de arena termina unos metros más adelante y en caso de querer continuar por la costa, habría que mojarse los pies.

El circular por arriba no tiene ningún problema, ya que está totalmente despejado y hay una especie de paseo.

Este pequeño frente de acantilados termina al llegar al Barranco Rubio.
Una escalera de cemento desciende la ladera y baja hasta casi el cauce del barranco y de ahí, a la playa, una rampa también de cemento.

Ahora se recorre la conocida como Playa Barranco Rubio, Playa Pequeña o Playa 10 Picos, al encontrarse frente a uno de los primeros grandes edificios construidos en esta costa y cuyo nombre es “10 Picos”.

Al final de esta playa se encuentra un pequeño puerto, donde se ubica el Club Náutico Dehesa de Campoamor.
A él se accede sin ningún problema por una pequeña escalera desde la playa.

Se atraviesan las instalaciones del Club Náutico por la zona de aparcamiento.

Se abandona por la carretera de acceso, también sin ninguna dificultad y se sigue al frente, para descender a la Playa de la Glea o Playa Grande.
Una vez en ella, se caminan unos pasos y se llega a la desembocadura del Río Nacimiento, aunque sobre la playa no hay ninguna señal que lo muestre.
Se gira a la izquierda y se inicia el recorrido por una pasarela de madera.
Se cruza la carretera y se entra en la gran explanada que forma la desembocadura el río.
Es evidente que se utiliza como zona de aparcamiento, aunque está prohibido, ya que en ocasiones excepcionales de grandes lluvias, la rambla puede bajar con bastante agua.

Esta ancha rambla se cruza en vehículo gracias a un magnífico puente de unos 100 metros de longitud, soportado por 10 arcos de sillería, por donde discurría, antes de realizar el desvío, la N-332 a su paso por el núcleo urbano de Dehesa de Campoamor.
Construido en 1880, actualmente se encuentra en perfectas condiciones e integrado dentro de la red de calles de la zona urbana.

Al cruzar bajo el puente, el cauce aparece totalmente cubierto de vegetación, por lo que hay que avanzar, por un sendero perfectamente marcado, que aparece por la izquierda.
El sendero va ensanchándose, por lo que transitarlo es muy sencillo.
La presencia de una alameda en muy buenas condiciones, aparte de la tupida y variada vegetación que se ha visto en el cauce hasta aquí, da a entender que en el subsuelo, hay suficiente humedad como para mantener a estos árboles de ribera.

A partir de la alameda, el lecho va despejándose, al cubrir tan solo los laterales del mismo, una franja de cañas.
Por ello, si se quiere circular por el interior, se puede buscar una zona despejada para descender hasta el cauce y seguir por él.
Lo que sí que es conveniente, es seguir por el camino de tierra lateral cuando hay que cruzar bajo el puente de la nueva N-332.

Este camino de tierra, pronto cruza el cauce de la rambla, y se vuelve a circular nuevamente por su interior.

Por el momento no hay ninguna dificultad circular por el cauce del Río Nacimiento, ya que está despejado. Tan solo lo acompaña, como casi exclusiva vegetación, una franja de cañas a cada lateral y grandes ejemplares de pino.

Durante el recorrido del Río Nacimiento por el extenso pinar de la Dehesa de Campoamor, es visible la existencia de conejos, perdices, paloma torcaz, etc.
Estos animales, muy extendidos por todo el Parque Natural de la Sierra de Escalona–Dehesa de Campoamor, sirven de sustento, como se ha dicho anteriormente, a una importante variedad y cantidad de depredadores, tanto terrestres, como aéreos, entre las que destacan rapaces de la importancia del águila perdicera o el águila real, que tienen en estos bosques un punto de descanso ideal durante sus migraciones.

La rambla se ensancha bastante y desaparece casi por completo la vegetación arbustiva de los laterales, eso sí, flanqueado como siempre con grandes pinos.

Al sobrepasar el puente doble de la autovía, el cauce se cubre bastante de vegetación, aunque no supone ningún problema para seguir avanzando.
La presencia de la vegetación y la existencia de un par de pozos de extracción de agua, parece indicar que en esta zona, en el subsuelo existe un acuífero de cierta importancia.

Pronto el cauce vuelve a estar completamente despejado y se circula sin ninguna dificultad.

Al pasar junto a los campos de golf de la Urb. de Las Ramblas, aparece algo más de vegetación, pero no tanta como cabría esperar por la mayor presencia de agua.

Ya que como se ve en la imagen, la rambla del río sigue estando casi totalmente despejada y tan sólo aparece algo de vegetación arbustiva en los laterales.

En esta curva aparece, la única pared rocosa que moldea el paso del Río Nacimiento.

En un segundo acercamiento de los campos de golf al río, el cauce va llenándose más de vegetación, pero no solo por efecto del agua artificial, sino porque se llega a un punto, en el que aparentemente el Río Nacimiento lleva agua por sí mismo.
Antes de llegar a la zona inundada, el cauce se hace intransitable por la tupida vegetación que lo cubre.
La senda que seguía el lecho se desvía hacia la izquierda, subiendo la pequeña ladera y adentrándose al interior de una finca privada a través de un agujero en el vallado.
Como si hay alternativa, este tipo de opción no es recomendable, se ha preferido seguir, campo a través, por la ladera de la derecha.

La presencia de agua en este tramo es más que evidente, por la impresionante vegetación que cubre el cauce del río y porque la presencia de fauna también se multiplica.
Aunque no existe senda marcada, se puede circular sin excesiva dificultad por esta ladera, buscando entre la vegetación, no muy tupida, el mejor trazado para avanzar.

Sobre la otra ladera del río se aprecian grandes muros de piedra que conforman antiguos bancales de cultivo.
Se trata de una zona muy rica a nivel arqueológico, ya que en ella se encuentran los restos, consistentes en poco más que los cimientos, de un convento construido a mediados del siglo XIV, llamado de San Ginés.
También aparecen varios restos romanos, al pasar por esta zona la Vía Augusta, importante calzada romana que recorría todo el Este de la Península Ibérica.

Recorriendo la ladera de la derecha se llega a un punto en el que aparece un auténtico muro de cañas, que parece cortar irremediablemente el paso.
No hay ningún problema, ya que se trata de un barranco que se abre a la derecha y por el que baja un pequeño riachuelo.

Se sube el barranco durante unos metros y al terminar las cañas, se puede pasar al otro lado con un simple salto sobre el arroyo.

Se regresa nuevamente junto al curso del Río Nacimiento y a los pocos metros aparece una pista forestal que cruza el cauce.
Se abandona definitivamente el lecho del río al continuar la ruta por dicha pista forestal hacia la derecha.

La pista forestal avanza junto a bancales de cultivo abandonados.

Pero la pista forestal desaparece antes de enlazar con la carretera entre Dehesa de Campoamor y San Miguel de Salinas.
También se descubre la existencia de una valla metálica que cierra este terreno.

Pero no es preciso saltarla, tan solo hay que dirigirse hacia el río y sobrepasarla cuando termina, ya que hay un espacio suficiente entre el final de la valla y la ladera del río.

Se sube hasta la carretera, con la única dificultad de pasar por entre las ramas de un gran arbusto.
Una vez en ella, se cruza con cuidado, ya que esta carretera tiene bastante tráfico, y se prosigue la ruta por el camino asfaltado que aparece al frente.

Este camino asfaltado enlaza con el camino de servicio del Canal del Transvase.
Por el otro lado se ve, alejándose entre bancales de cítricos, el Río Nacimiento que llega hasta la Sierra de Escalona.

Hacia la izquierda se ve un campo de paintball y tras él, lo que aún queda del enorme pinar que cubre la Dehesa de Campoamor y que en algún tiempo, llegaba desde la Sierra de Escalona hasta el mar.

Ahora empieza un largo y algo monótono paseo junto al canal que va, desde el Embalse Regulador de La Pedrera hacia el Campo de Cartagena.
Nada más empezar, aparece una compuerta reguladora del caudal.

Irán apareciendo carteles avisando de la existencia de barreras que cierran el paso. No hay que hacer caso, ya que todas están abiertas o desaparecidas.

También se pasa junto a esta otra infraestructura hidráulica sobre el canal del trasvase. Se trata de un “vertedero de pared delgada” y su función es, aparte de mantener el nivel del canal estable, medir el caudal del agua que circula por el mismo.

En algún punto no apto para el cultivo, aun queda rastro del enorme pinar que cubría esta zona, desde donde hace siglos, la agricultura ha ido sustituyendo, bosque mediterráneo, por bancales.

Como se ve aquí, gran parte de la zona está cubierta de bancales de cítricos.

El canal hace un giro a la izquierda al cruzar sobre el Río Seco.
Esta es la otra rambla, más al Sur, que lleva los sobrantes de las lluvias desde la Sierra de Escalona al mar.
Ahora se desciende al cauce del río por un sendero marcado y acondicionado con un pasamano de cuerda.

El sendero corre por la derecha del cauce hasta llegar a este punto, en el que lo cruza y continúa por el otro lado.
Como se ve, esta rambla difiere a la del Río Nacimiento en que es más estrecha, por lo que aparenta estar más hundida respecto al terreno colindante. Además hace una especie de canal en el cauce y solo en este tramo, el lecho está bastante despejado de vegetación, como para ser posible recorrerlo sin excesivas dificultades.
El resto hay que circular por un sendero por la izquierda.

Más adelante se unen sendero y lecho, ya que es muy complicado seguir por él.
Se continúa por un camino de servicio de los bancales y se llega al Área de descanso Lo Monte.
Como se puede apreciar, en esta área de descanso tan solo hay unos carteles informativos, unas papeleras y unos pinos que tardarán muchos años en dar una sombra aceptable.

Como se ha dicho, la vegetación lo inunda todo, en especial el carrizo y los tarays.
Se pasan algunos cruces con caminos pertenecientes a fincas privadas, por lo que no es conveniente abandonar el río y circular por ellas.

Se cruza bajo el puente de la Autovía.

Es tal la cantidad y altura de las cañas, que en algunos puntos se forman auténticos túneles.

Más adelante se pasa bajo el puente de la carretera N-332.

A continuación se llega al Área de descanso Mil Palmeras. Donde, bajo un grupo de enormes pinos, se han habilitado una serie de mesas y bancos de piedra, papeleras y paneles informativos sobre el Río Seco.

Se sale al camino asfaltado y se continúa hacia la derecha.
En realidad este camino asfaltado es el de servicio de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales Mil Palmeras. Desde esta estación se envían las aguas residuales de las urbanizaciones colindantes hasta la depuradora situada al Norte de la finca de Lo Monte, muy cerca de la Dehesa de Campoamor.
Junto a esta nueva depuradora se encuentran las Lagunas de Lo Monte, Paraje Natural Municipal de Pilar de la Horadada desde el año 2013.
En un principio se construyeron como parte del sistema de depuración de la antigua estación, pero con el tiempo, tomó un importante papel como humedal, donde muchas aves se alimentan y reproducen. Por ello, aunque la nueva depuradora utiliza otro sistema en el que no necesita de tales lagunas, sigue aportando agua tratada para mantener el nivel e ir utilizándola para el riego.

Se sigue por un camino de tierra hasta el río, donde aparece una pasarela para cruzarlo, ya que aquí tiene agua.

En la otra ladera continúa el sendero hasta una zona ajardinada.
Se prosigue hacia la izquierda y se sale a la acera.
Se pasa frente a unas instalaciones deportivas y al llegar al final se cruza por otro jardín.
Siguiendo por la acera se distingue el tupido carrizal que cubre por completo el cauce del río.

Se llega al pequeño paseo desde donde se ve la desembocadura del Río Seco.

De ahí al coche, un paso.


Ruta de 19,88 Km realizada en 280' el 23/05/2014