AIGÜES – CABEÇÓ D’OR

El Cabeçó d’Or es una de las sierras más emblemáticas de la Provincia de Alicante, de hecho la primera PRV disponible es la PRV-2, que recorre la cara Sur-Occidental de esta sierra como se ve en la ruta nº 11 cima Cabeçó d'Or. También se recorre la cara Occidental en la ruta nº 193.

Para recorrer la cara Oriental de la Serra del Cabeçó d’Or se iniciará esta ruta en la población de Aigües, más concretamente en las inmediaciones de su Balneario.
Aunque su denominación oficial sería el de Preventori de Aigües. Ya que si bien en 1838 fue construido el edificio principal sobre unos antiguos baños moriscos. Fue en 1868 cuando se amplió con un hotel e inició un periodo de gran prestigio entre la burguesía de la época, al combinar el beneficio de las aguas termales con multitud de actividades lúdicas.
Hasta que en 1930 se inició su decadencia, que terminó con su definitivo cierre en 1936, al comprar el Estado las instalaciones para reconvertirlo en un preventorio donde se atendían a los niños con tuberculosis.
Una vez que la enfermedad prácticamente se erradicó del país, el preventorio se cerró y las instalaciones quedaron abandonadas.

Desde entonces han habido varios intentos de rehabilitación, pero todos han fracasado.

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Mapa ruta nº 164 Aigües – Cabeçó d’Or

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Descripción de la ruta

Se puede dejar el coche en el arcén del camino asfaltado que llega hasta el antiguo Preventori de Aigües.
Se inicia esta ruta por el camino de tierra que rodea totalmente el edificio por su parte posterior.

Se llega a un cruce en el que aparece un poste informativo de la PRV-243 con el que se coincide durante un pequeño tramo.
Ahora se inicia un leve ascenso por un camino de tierra que pasa junto a una serie de instalaciones y depósitos para el agua potable de Aigües.

Se sobrepasa un collado y se inicia un ligero descenso.

Al subir hacia el siguiente collado, se deja a la izquierda la PRV-243 que se dirige hacia el Racó Ample y la Ombría de la Bacorera.
Para esta ruta se prosigue al frente por el camino principal.

En este tramo se circula rodeados de bastante pinar y también aparecen algunas marcas blancas-verdes de otra ruta local denominada SLCV-121.

Al sobrepasar el Barranc del Barber aparece otro cruce de caminos en el que un poste informativo indica que la SLCV-121 sigue hacia la derecha.

En esta ocasión se prosigue por la opción de la izquierda, que se dirige hacia la cara Oriental de la Serra del Cabeçó d’Or.

Se sigue la pista forestal sin problemas hasta llegar a una bifurcación en la que se toma la opción de la derecha, que cruza sobre el Barranc del Paisà.

A partir de aquí se inicia un suave ascenso de casi 800 metros de desnivel hasta la cima del Cabeçó d’Or.

Imagen de la cara Oriental de la Serra del Cabeçó d’Or.

Se llega a un punto en el que lo que fue una pista forestal, al no usarse durante años, se ha ido degradando hasta quedar tan solo como sendero, impracticable para vehículos de 4 ruedas.

Otra vista de la sierra, como se ve totalmente desarbolada.

El sendero llega hasta unos bancales de almendros pertenecientes a una gran finca, en el que aparece un cartel de “PROPIEDAD PRIVADA PROHIBIDO EL PASO”. Un tanto absurdo ya que el que ha llegado hasta aquí, no va a deshacer más de 2 kilómetros por el cartelito.
De cualquier modo, en este caso se bordean por la izquierda, sin llegar a adentrarse en ellos.

Cuando terminan los bancales, aparece un sendero que rodea el Alt del Ginebral por su cara Occidental.

El sendero nuevamente bordea el extremo de otra zona abancalada. No hay que entrar en ella, se prosigue hacia la izquierda aunque parece perderse un poco.

Aunque en ocasiones la senda no es muy visible, el objetivo es acercarse a la base de la pared superior, para posteriormente alcanzar el collado que forman ambos picos.

Luego hay un pequeño descenso para a continuación seguir subiendo al pasar junto a un solitario pino.

La senda discurre sin ninguna dificultad técnica, ni problema en seguirla por la ladera de un barranco hasta sobrepasar su inicio, momento en el que empieza a subir por la ladera de la derecha.

Encuentro con una culebra durante el recorrido de este tramo.


Hay que respetar toda clase de vida animal o vegetal con la que nos crucemos.

Se llega a una pequeña planicie, en la que la senda se pierde un poco, pero es lo suficientemente visible como para adivinar el trazado a seguir para alcanzar una pista forestal que se intuye enfrente.

El resto de la subida hasta la cima de 1207 metros se realiza tranquilamente por esta pista forestal.

Este vértice geodésico, en el que hay adosado un pequeño buzón, se sustenta sobre una base de piedras que está desmoronándose.

Ahora se inicia el descenso hacia el Sur, siguiendo un ancho sendero por el cordal de la sierra.

A los pocos metros del descenso aparecen los restos de una pequeña caseta desde la cual se accede a la Cova de la Granota.
En realidad esta cueva la forman dos enormes piedras planas apoyadas en la parte superior, por lo que crean una estancia triangular abierta hacia el Sur, aunque posteriormente se tabicó con un muro de piedra y argamasa para dejar una pequeña puerta de acceso.
En el suelo se abre un agujero que es la entrada a la llamada l’Avenc del Marques, una sima de más de 100 metros de profundidad que según se cuenta, fue exhaustivamente explorada a principio del siglo XVIII por jornaleros pagados por el que al parecer era el dueño de toda la sierra y era conocido como “el Marqués”.
El motivo era que este individuo estaba convencido que en sus entrañas existía escondido un fabuloso tesoro, por lo que también cerró la entrada y construyó la pequeña caseta para que sus trabajadores pernoctasen allí. Evitando de ese modo que se perdiese tiempo subiendo y bajando a sus casas.
Como es evidente, incluso con trabajos de excavación en el fondo de la sima, nunca encontraron ningún tesoro y el empeño de “el Marqués” prácticamente le llevó a la ruina.

Vista hacia el Sur desde el interior de la caseta en ruinas.

Ahora llega la parte más complicada de la ruta, ya que hay varios senderos que se entrelazan para seguir con el descenso.
El objetivo es llegar al lecho del barranco que aparece a la izquierda. Pero el problema es que no existe ninguna senda que enlace directamente con él.
Por tanto hay que buscar siempre el sendero que lleva hacia el interior. Cuando el sendero empieza a descender directamente por la ladera de la sierra, hay que ir nuevamente atento a la izquierda y cuando sea visible la torrentera del barranco, dirigirse hacia ella campo a través.

Al llegar a ella empieza lo divertido para unos o penoso para otros, si no se está acostumbrado a bajar por un terreno con bastante inclinación y cubierto de piedras sueltas.

En algunos tramos la pendiente da una pequeña tregua y se anda sin mucha dificultad.

Se llega a un punto en el que un grupo de carrascas impiden el paso por el lecho del barranco. Por lo que hay que abandonarlo por la derecha y seguir una serie de montones de piedras situados por la ladera que marcan el mejor trazado para regresar nuevamente al fondo.

Finalmente una senda abandona el lecho del barranco por la derecha para seguir la ruta hacia el Penyó del Barber.

Vista hacia atrás.

La senda rodea por la derecha el Penyó del Barber y continúa ahora hacia el Cerro Salmitre.

Esta senda enlaza finalmente con otra, por la que pasa la PRV-243 con la que se coincide nuevamente y hasta el final de esta ruta al proseguir hacia la derecha.

Imagen hacia el Salmitre.

Como se ve en el mapa, esta senda llega hasta una pista forestal por la que se sigue hacia la izquierda, como marcan las indicaciones de la PRV-243.
Se sube hasta llegar a un collado desde el que se inicia el descenso al frente por un nuevo sendero marcado.

El sendero llega hasta una nave abandonada, desde donde se sigue por una serie de caminos de tierra.

Hay algunos cruces que se solventarán como indica las marcas blancas-amarillas.
Como se ve en las imágenes, a pesar de ser una PRV oficial hay que sobrepasar varias cadenas, que se entiende están colocadas para impedir el paso de vehículos.

Se llega a otra bifurcación en la que se tiene la opción de volver hasta el Preventori de Aigües pasando por una pequeña ermita situada en lo alto de un cerro.
En esta ocasión se descarta esta opción y se sigue al frente.

En este último tramo entre grandes pinos, aparecen de vez en cuando unos bancos de obra, probablemente de la época en la que el balneario funcionaba a pleno rendimiento y sus clientes paseaban por estos caminos.

Imagen posterior del Preventori de Aigües, lo que indica que ya se está terminado la ruta.


Ruta de 13,64 Km realizada en 270' el 30/10/2013