BARRANCO DE LA GARGANTA

En esta ruta se recorren una serie de barrancos situados al Sudeste de la Sierra de Crevillente, entre la base del Puntal de Matamoros y el Pantano de Crevillente.

Se trata de una zona muy interesante y espectacular por la cantidad de paredes rocosas que existen y que junto a la aridez del terreno, le dan un aspecto que recuerda en ocasiones al "Lejano Oeste".

La parte negativa para los senderistas es que está muy poblada, con infinidad de casas y sus respectivos caminos de acceso, muchos de ellos asfaltados, cosa que en ocasiones se hace monótono y también resulta un poco complicado a la hora de describir el trazado de la ruta.

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Mapa ruta nº 128 Barranco de la Garganta

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Descripción de la ruta

Un buen lugar para iniciar esta ruta es el Circuito de Motocross de El Cossil, situado al Oeste del Pantano de Crevillente. Se puede llegar desde el mismo Crevillente o por un acceso que existe desde la carretera de La Garganta, entre Crevillente y Aspe.
Una vez dejado el coche en el circuito hay que iniciar la ruta por el camino asfaltado en dirección al Este.

Vista hacia el Pantá de Crevillent.

Como se ve en el mapa, al llegar junto al Barranco de la Garganta, se abandona el camino asfaltado principal por la izquierda, siguiendo otro camino asfaltado que corre paralelo al cauce del barranco, hasta que en un momento dado lo cruza.
En este punto es donde se inicia el recorrido hacia la izquierda por el interior del Barranco de la Garganta.

En un primer momento se anda sobre una gran placa de roca que cubre todo el cauce, pero al girar a la derecha se descubre una profunda grieta en la placa producida por la erosión del agua.
Se sigue por la derecha de la grieta hasta que la placa termina y se busca un lugar donde descender al fondo del cauce y seguir una senda más o menos visible.

Siguiendo el amplio cauce se llega a una senda bastante marcada que circula por la parte izquierda, alejada del fondo del barranco. Hasta encontrar a la izquierda una estrecha “garganta” que es por donde desciende el Barranco de la Garganta.

En el cauce del barranco existe una profunda poza imposible de cruzar, por lo que hay que continuar por cualquiera de las dos laderas.

Ambas poseen cierta dificultad para sobrepasarlas. La de la izquierda está bastante inclinada y lisa, y la de la derecha tiene un escalón vertical de un par de metros que hay que destrepar.
De cualquiera de las dos formas se llega al mismo punto del cauce y ya se puede circular sin ninguna dificultad.

El barranco va abriéndose y se circula sin ningún problema por el fondo.

Finalmente se llega a un camino de tierra y de ahí a unos bancales por los que se continúa hasta llegar a la parte exterior de la puerta de entrada a la vivienda.

Aquí ya se disfruta de paredes rocosas a ambos lados.
A la derecha, La Monja y a la izquierda una de las formaciones rocosas más reconocidas de esta zona, El Frare; elevación montañosa cuadrangular en la que tan solo la cara Sur posee una inclinada ladera, ya que el resto se encuentra cortada en vertical.

Vista sobre el Racó de la Palmereta.

Como se ve en el mapa, ahora se circula por un camino asfaltado principal que da acceso a una serie de viviendas distribuidas por esta ancha zona, en la que el cauce del Barranco de la Garganta se pierde.
El camino asfaltado gira sobre la cara Norte de El Frare.

Vista del vértice Nor-Oriental de El Frare, donde tiene su máxima altura.

Se llega a este punto en el que se abre un abanico de caminos, en el que se prosigue por la opción situada más a la derecha.

Descendiendo por el camino asfaltado ya se tiene una imagen del próximo objetivo, el Barranc Fort.
Como se ve en el mapa, al llegar a una bifurcación se sigue por el camino asfaltado de la derecha. Se pasa de largo el acceso a una casa a la izquierda y a los pocos metros es el camino asfaltado el que gira a la izquierda y empieza a subir.

En la curva antes de pasar junto a otra vivienda, se abandona el camino asfaltado por la izquierda y se recorre un bancal de olivos siguiendo la línea de los arboles.
Al llegar al otro lado se encuentra un camino que baja hasta el barranco.

En esta primera parte, el ancho cauce está cubierto de bastante vegetación, pero existen una serie de senderos, sobre todo por la parte de la izquierda, por los que es posible circular sin dificultad.

Antes de entrar al Barranc Fort propiamente dicho, existen dos opciones.
La más lógica y recomendable es seguir una senda que asciende por la ladera de la izquierda (según se sube).
La otra es la que se ha seguido en esta ruta, cuyo uno de sus objetivos es recorrer el cauce de este barranco, cubierto de enormes piedras desprendidas de los dos laterales y que hay que ir sorteando por donde se pueda; encontrando algunas dificultades relativamente complicadas y no aptas para todos los públicos.

Este es el punto de donde se toma el agua de nacimiento que se transporta por una manguera negra que ya se había visto desde que se accede al barranco.

Se trata de un barranco espectacular por sus laderas muy rotas y erosionadas, y por un cauce plagado de dificultades, posibles de superar estando acostumbrado y en buena forma física.
Hasta llegar al punto de la imagen, en el que existe un cortado vertical de varios metros.

Antes de llegar a la pared, hay un par de saltos pequeños que con un poco de habilidad se pueden superar sin mucha dificultad.
El problema es que el tercer salto es una pared totalmente vertical y lisa, que tal vez se podría superar por una estrecha chimenea que existe junto a ella, a la derecha. Pero esta opción es extremadamente peligrosa si no se es un experto en escalada y no es plan de jugarse el físico tontamente.
También hay que decir que en la pared hay una serie de agujeros en la roca para preparar una vía ferrata.

Por tanto lo que se ha hecho para continuar esta ruta es retroceder un poco e iniciar un duro y bastante complicado ascenso por la cara Oeste, para salir del barranco.

Durante el ascenso, hay que ir buscando a cada momento la opción más indicada para seguir y evidentemente estar muy acostumbrado a trepar, ya que hay pasos realmente peligrosos.

Finalmente se sale del barranco y se llega a la parte superior de la sierra, donde se encuentra la senda, nombrada anteriormente, por la que se evita la parte más compleja del barranco y se vuelve a entrar en él en la parte superior, donde no reviste ninguna dificultad recorrerlo.

A la parte de la izquierda se localiza un enorme pozo, convenientemente cerrado para evitar accidentes.

El cauce del barranco prácticamente se diluye y se convierte en una senda que se adentra en uno de los pocos pinares que se ven durante el recorrido de esta ruta.
La senda enlaza con otra un poco más transitada y se gira a la izquierda.
Finalmente desemboca en una pista forestal que se sigue al frente. La pista forestal empieza a descender y después de atravesar una barrera de madera que impide al paso a cualquier vehículo motorizado, se gira a la derecha.

La pista forestal pasa junto a un grupo de enormes rocas, una de ellas llamada “La Bigotilla”, donde los escaladores ocasionalmente practican y se entrenan sin mucho peligro.
Se sigue ascendiendo un poco más, para a continuación iniciar un largo descenso por La Costera dels Dragons.

La Costera dels Dragons desemboca en un camino asfaltado por el que se prosigue la ruta hacia la izquierda.
A la derecha se encuentra la larga crestería del Alt de les Moreres, a cuya umbría también existe un interesante pinar.

Como se ve en el mapa, se vuelve a tener al frente a El Frare, momento en el que se abandona el camino principal y se gira a la derecha por otro camino de acceso a un grupo de casas.

Al llegar a las últimas casas se encuentra una senda a la izquierda por donde se continúa, disfrutando de las también impresionantes paredes de la cara Oeste de El Frare.

La senda pasa por una zona llamada El Bancal dels Pedres, Bancal de l’Viuda o simplemente El Bancal, donde existe un grupo de enormes monolitos, llenos de marcas de Carbonato de Magnesio (tiza). Ya que son muy utilizados por escaladores para entrenarse o incluso para realizar competiciones nacionales, pues se trata de un paraje muy conocido y reconocido dentro del mundo de la escalada.

La senda continúa adelante, cerrándose cada vez más los laterales hasta convertirse en un estrecho barranco.

Este barranco también se convierte en una angosta garganta rocosa, en cuyo cauce existen varias pozas no muy complicadas de superar incluso con agua.
Cuando se sale, se prosigue por una senda muy marcada que continúa al frente.

Vista atrás sobre el desfiladero que se acaba de atravesar.

La senda llega hasta una pista forestal por la que se sigue sin ninguna dificultad y según las indicaciones del mapa hasta llegar al punto de partida.



Ruta de 12,20 Km realizada en 260' el 10/02/2012