LLOMA LLARGA DE BÈRNIA

Esta Lloma Llarga es un apéndice que se extiende desde el extremo Oriental de la Serra de Bèrnia en dirección Norte, con una longitud incluso mayor que la de la misma sierra, pero con una altura que apenas sobrepasa los 700 metros.

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Mapa ruta nº 191 Lloma Llarga de Bèrnia

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Descripción de la ruta

En esta ocasión se deja el coche en el aparcamiento que hay antes de entrar a las instalaciones del colegio privado LAUDE, en el Término Municipal de Llíber.

Como se ve en las fotos, se inicia la ruta accediendo a la parte posterior del complejo educativo, donde hay una zona asfaltada de aparcamiento que también se utiliza como “patio de recreo”. El día de la ruta era lectivo, por lo que la puerta de acceso a esta zona estaba abierta, en caso de encontrarla cerrada, no sé si se podrá rodear campo a través.

Una vez fuera, se sigue el camino asfaltado que recorre la urbanización como se indica en el mapa.

Esta antigua construcción agrícola destaca al encontrarse en muy buenas condiciones de conservación.

Al llegar al último chalet de esta urbanización, el asfaltado termina y hay que seguir por un antiguo camino de tierra que llega hasta los restos de una cabaña abandonada. Al no pasar vehículos hace tiempo, este camino de tierra se encuentra invadido por la vegetación, aunque tampoco molesta en exceso.
Sobrepasada la cabaña, se avanza un poco por un sendero y al llegar a unos bancales escalonados con muros de piedra, se inicia el descenso hasta el final de otra pista asfaltada.

Se vuelven a seguir las indicaciones del mapa y antes de llegar a un gran depósito de agua, a la derecha aparece un sendero marcado con un hito de piedras.

Al principio, el sendero recorre un tramo de bosque con una vegetación muy tupida, pero suficientemente limpio y despejado como para transitar cómodamente.

Pronto termina el pinar y el sendero sigue discurriendo sin ningún problema por la ladera Oriental del Barranc de les Cadiretes.

Más adelante aparece en la otra ladera una cueva, y a los pocos metros, junto al sendero, otra mucho más pequeña que debe ser la llamada Cova de Xamel o Coveta de Clamel.

El barranco se va abriendo y la senda se acerca al collado que supone su principio.

Al igual que la de la imagen, en esta zona existen multitud de antiguas construcciones en ruinas, relacionadas con la importante actividad agrícola y ganadera que en tiempos pasados se desarrolló en esta zona.

El sendero llega a una explanada de tierra y de ella, a un camino asfaltado.

En esta zona llamada El Cau, todavía existe cierta actividad agrícola, sobre todo, junto a los habituales almendros y olivos, la vid.

Cuando el camino asfaltado cruza el fondo del valle, se pasa por el lugar donde se encuentra la Font del Cau.

A la izquierda de camino hay un par de pozos. Uno más antiguo, pequeño, de muy poca profundidad y en estos momentos seco.
El otro más contemporáneo, de gran calibre y muy profundo, en el que se ve algo de agua, pero muy alejada de la superficie.
Es probable que la construcción de este segundo pozo, esté relacionado con la necesidad de conseguir un continuo suministro de agua, que como se ve en la ruta nº 192, posteriormente será canalizada por una tubería de presión hasta los campos de La Cuta.

A la derecha del camino hay un par de piletas y una balsa donde acumular el agua de la fuente, completamente seca, ya que como se ve en el pozo, el nivel freático es bajísimo y harían falta muchas precipitaciones para que el agua llegase a fluir a nivel del suelo de forma natural.

Ahora se sigue por la parte derecha del valle, entre amplios campos de almendros y vid. Como es habitual, en muy trabajados bancales escalonados con muros de piedra.

Como se ve en el mapa, se sigue el camino principal y al iniciar el descenso, aparece al frente la impresionante silueta de la crestería de la Serra de Bèrnia.

Se pasa frente a lo que fue el antiguo colegio rural de esta partida, ahora restaurado con intención de darle algún tipo de uso, pero por el momento, el interior no está acondicionado.

A los pocos metros, a la izquierda aparece un camino de tierra que inicia un descenso. Como se verá más adelante, se puede seguir por el camino asfaltado, pero descendiendo por este resulta más entretenido.

Al llegar a una curva cerrada a la izquierda, se abandona el camino de tierra por un sendero que enlaza con él.

Este sendero lleva hasta la Casa de l’Aspre, edificación con algún intento de restauración, pero actualmente abandonada y en estado ruinoso.
Como la gran mayoría de las antiguas viviendas rurales, en los alrededores de estas existe el consiguiente pozo para el consumo propio. Pero lo curioso en esta ocasión, es que a pesar de las pocas precipitaciones y a diferencia de los otros pozos observados por esta zona, este está prácticamente lleno de agua.

Frente a esta casa discurre el Barranc de l’Aspre, y para proseguir la ruta, hay que cruzarlo.
En primer lugar hay que dirigirse hacia los restos de un antiguo corral que se distinguen a la izquierda de la fotografía. Hay un sendero no muy definido desde el frontal de la casa, por lo que como es muy fácil de perder, toca la mayor parte del tiempo ir campo a través hasta el corral.

Al acercarse al corral es más evidente y fácil de seguir la senda.
Antes de alcanzar las ruinas, se ve que el sendero se bifurca y gira hacia la derecha, en dirección al cauce del barranco.
La senda ya es perfectamente visible y tras cruzar el Barranc de l’Aspre, va ascendiendo suavemente por la ladera.
Al girar la sierra, se observa al fondo del barranco, el puente sobre este y el punto donde llega el camino asfaltado que se dejó anteriormente. Sobrepasado el puente, como se ve en mapa, se puede llegar por otro sendero hasta el que se está recorriendo.

Al llegar al punto de enlace con el sendero que sube desde la carretera, se gira a la izquierda para iniciar el ascenso hacia la cresta de este apéndice de la Serra de Bèrnia.

Cerca de la cumbre el sendero se difumina entre la vegetación, pero el objetivo está claro, dirigirse hacia la cresta, donde aparece otro sendero perfectamente identificable.
Aquí se inicia un largo paseo (casi 6 km.), pero sin ninguna dificultad técnica y poca exigencia física, por la cresta de esta Lloma Llarga de Bèrnia.

Se llega frente a la Casa Vicenta, tras la cual se alza una loma sobre la que se levantaba la antigua Ermita de Marnés, pero de la que no queda prácticamente nada y donde tan solo la cercana existencia de una cruz lo recuerda.
En este mismo punto se enlaza con una pista forestal.

Desde aquí se prosigue por ella, ya que aunque exista la tentación de subir al Tossal de Navarro, que se alza al frente, y por esta cara es asequible, la bajada por la otra es muy compleja, por lo que no es aconsejable.

Se sigue la pista forestal como se ve en el mapa y se pasa junto a otro pequeño pozo, como se ve, también totalmente seco.

Desde este mismo punto, se ve al fondo la zona donde se encuentra la Font del Cau.

Al rodear el Tossal de Navarro, aparece a continuación el Tossalet del Castellet, punto más elevado de esta Lloma Llarga.

Para coger la senda que sube hacia la cima, hay que pasar junto a las instalaciones de lo que parece una granja, pero actualmente abandonada.

Vista hacia atrás durante la subida, desde donde se aprecia la dificultad de descender la cara Norte del Tossal de Navarro.

De momento subir esta ladera no presenta ninguna dificultad.

Al llegar a este punto, puede parecer que la ascensión se complica por la existencia de un acantilado.

Pero el sendero lleva hacia una brecha, por la que tan solo se requiere una pequeña y sencilla trepada para sobrepasarla.

Ahora ya solo queda una suave ascensión hasta llegar a la cima.

Este es el Vértice Geodésico de Cao (724 m.), sobre la cima del Tossalet del Castellet y con la crestería de la Serra de Bèrnia en el horizonte.

Se continúa por la cresta, iniciando ya el descenso con la Serra del Montgó siempre al fondo.

Pero no será siempre por la cresta, ya que a los pocos metros de iniciar el descenso, se verá que el sendero se desvía hacia la izquierda, ya que sobre la cara Norte hay una serie de acantilados que cortan el paso.

Superadas las paredes verticales, el sendero vuelve a circular sobre la cresta durante otro tramo.

Hasta llegar a esta nueva cumbre, donde los hitos de piedra indican que la senda “oficial” sigue hacia la izquierda, al tiempo que la senda que sube al frente, aparece cortada por un grupo de piedras.

Desconociendo el estado de la cara Norte, se sigue esta senda que rodea la cumbre y como es evidente, al sobrepasarla vuelve a circular por la cresta.

Pero a diferencia con el Tossal de Navarro y el Tossalet del Castellet, en esta cara Norte no se aprecia, al menos desde aquí, ninguna dificultad destacable como para tener que desviar la senda.

La senda sigue descendiendo y acercándose al Racó del Carabou.

Finalmente la senda desemboca en una pista forestal y en lo que parece una escombrera.

Se prosigue la ruta descendiendo por la pista principal, sin opción a perderse.

Al sobrepasar los restos de la estructura metálica de una nave industrial, hay que girar a la izquierda y continuar descendiendo como indica el mapa y como se ve sobre el terreno, la más evidente.

Hasta que se llega directamente a la entrada a las instalaciones del colegio privado “LAUDE The Lady Elizabeth Senior School”, donde se dejó el coche.


Ruta de 15,42 Km realizada en 280' el 29/01/2015